4 Señales por las que NO debes elegir una franquicia
Abrir una franquicia cuando se desea emprender desde cero es una sabia decisión, nadie lo duda hoy en día. Las ventajas de montar una franquicia son muchas: un negocio de probado éxito en el mercado, la unión de las fuerzas de varios operadores bajo una misma marca, poder de compra a buen precio, acciones de marketing coordinadas…
No obstante, no hay que ser ingenuos, no todas las franquicias por el hecho de serlo son buenas. Por eso, la tarea de elegir una franquicia adecuadamente es el primer paso que debe ser bien gestionado en el proceso de emprendimiento.
Al margen de que una franquicia nos atraiga por imagen, por el producto que vende o porque tenga una “percepción” de éxito en el mercado; debemos estar atentos a una serie de testigos que nos indican que algo no va bien en esa franquicia. Veamos cuales son esos signos:
Señales para NO elegir una franquicia
1. Me presionan demasiado
Aunque se hable a veces de “comprar” una franquicia, realmente adquirir una franquicia no es como comprar un coche. Una franquicia tiene que ser buena para uno, pero uno también debe ser bueno para esa franquicia. No todo el mundo se adapta a todos los modelos de negocio, ya sea por falta de tiempo, trayectoria profesional o capacidad económica.
El proceso de incorporación en una franquicia es más bien como una entrevista de trabajo donde ambas partes tienen que “casar” entre sí. Por lo que si nos vemos demasiado presionados para entrar en una franquicia debemos desconfiar de la misma.
Y más todavía si empiezan a la estrategia de los descuentos en el canon o en los royalties.
2. Información oculta
Cuando una franquicia oculta determinada información que es clave para nuestro análisis es que algo esconde y ese algo seguro que no es bueno para nosotros.
La franquicia está obligada a entregarnos, 20 días antes de firmar nada con ellos, un documento que se llama Dossier de Información Precontractual o D.I.P.
En este documento tiene que recogerse un contenido mínimo imprescindible, regulado por un Real Decreto, dentro de lo que se incluye: la historia de la compañía, las dimensiones de la red, el registro de la marca, una cuenta de pérdidas y ganancias, el plan de inversiones iniciales y un resumen de las cláusulas del contrato de franquicia que se firmará con la empresa en el caso de seguir adelante.
No se debería firmar con una franquicia sin haber revisado en detalle este documento.
3. La franquicia carece de estructura
Algunas franquicias que están en el mercado, incluso con varios establecimientos franquiciados abiertos, carecen de oficinas centrales y generalmente nos citan en un local de la cadena.
No es malo que nos quieran enseñar uno de los establecimientos por dentro para saber cómo opera, pero debemos insistir en ir a las oficinas centrales para conocer los departamentos que trabajan en la central de franquicia.
Si la franquicia no tiene oficinas, probablemente solo haya una o dos personas detrás de todo el tinglado, lo cual provocará que no se reciban esos servicios por lo que uno se decide a montar una franquicia y solo se adquiera lo malo, es decir las obligaciones económicas y la falta de libertad para introducir nuevos productos o servicios.
4. Mala reputación
Basta con mirar en nuestro navegador, si hacemos unas pocas búsquedas básicas en internet podremos comprobar la reputación de la franquicia en cuestión. Ojo, ninguna noticia también son malas noticias.
En caso de duda, pide que te dejen hablar con algunos franquiciados operativos en la red.
ASESOR FRANQUICIA CONSULTORES es una consultora de franquicias experta en la creación de franquicias y el asesoramiento a emprendedores. Si necesitas ayuda para desarrollar tu emprendimiento con una franquicia, ponte en contacto con nosotros y te atenderemos encantados.