Tienes un negocio testado, una buena idea que funciona y quieres empezar a franquiciar.
Tu objetivo de crear una red de tiendas al tiempo que generas trabajo y riqueza es muy acertado pero no se puede empezar a ceder el negocio en franquicia así por las buenas.
Pongamos por ejemplo que eres un maestro cervecero, sabes todo lo que hay que saber acerca de las cervezas del mundo, su maridaje, su graduación, eres un verdadero experto.
Así que se te ocurre comenzar a franquiciar tu modelo de negocio. Quieres lo mejor de lo mejor, una materia prima selecta dirigida a un público selecto. Algo que sólo sea accesible a unos pocos. ¿Suena bien eh? , lo malo es que este modelo se aleja del modelo de franquicias.
Crear una franquicia se parece mucho a cocinar un buen plato, a ser un MasterChef. Debes saber mezclar todos los elementos en su cantidad justa, dejarlos macerar el tiempo justo, convinar los sabores y las texturas de manera que el resultado final sea del gusto de tus comensales.
En un artículo anterior ya adelantábamos que un negocio exitoso como la cadena de restaurantes Benihana de Tokio, no tiene por qué ser franquiciable.
Estos son los ingredientes básicos que deben componer una buena franquicia:
Debe ser rentable. Parece obvio, pero el modelo de negocio debe hacer ganar dinero a sus franquiciados y ser razonablemente rentable para alcanzar un retorno de la inversión acorde a la duración del contrato de franquicia. De lo contrario la franquicia en cuestión será un plato que no gustará a nadie y se acabará echando a perder al fondo de la cámara.
Debe poder dirigirse a un número amplio de posibles franquiciados. El modelo de negocio debe poder ser gestionado de forma más o menos sencilla o que se pueda aprender sin que sea imposible para la mayor parte de las personas o que éstas puedan contrarar a alguien que lo lleve sin que sea demasiado complicado o caro. En caso contrario la expansión será muy lenta y el coste de captación de franquiciados, inasumible.
Debe ser fácilmente exportable. Es decir, que pueda funcionar casi en cualquier sitio, sin que exija unas condiciones medio ambientales, culturales o de cualquier otro tipo demasiado específicas.
Así que si vas a iniciar la gran oportunidad para tu empresa que es el franquiciarla, primero elabora el correcto equilibrio entre estos elementos para obtener el plato perfecto.


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!