Montar un restaurante sigue siendo la opción más atractiva para el inversor en retail porque, aunque se sitúan dentro del grupo de inversiones más elevadas, su comportamiento como modelo de negocio resulta muy atractivo.
En este artículo voy a tratar las ventajas e inconvenientes que suponen el hecho de montar un restaurante así como las TRES facetas que debe ostentar un emprendedor en restauración para tener éxito.
Ventajas e inconvenientes de montar un restaurante
Esta infografía ilustra correctamente algunas de las ventajas e inconvenientes que suponen invertir en el sector de la restauración.
Sé que alguno echará de menos la gestión de personal como desventaja clara de este tipo de negocios, no obstante, a mí se me hace muy cuesta arriba creer que alguien pueda desear invertir en un restaurante pero que al mismo tiempo no le guste trabajar con gente. Así que lo he obviado.
Al margen de otra serie de premisas que son muy recomendables si se opta por abrir un negocio de restauración sumándose como franquiciado a una cadena de franquicias , en este artículo vamos a tratar más bien el caso de quien desea invertir en un restaurante propio fuera de la fórmula de franquicia.
Michael E. Gerber en su famoso Best Seller : “EL MITO DEL EMPRENDEDOR: POR QUÉ NO FUNCIONAN LAS PEQUEÑAS EMPRESAS Y QUÉ HACER PARA QUE FUNCIONEN” desmonta los mitos que giran alrededor de la puesta en marcha de un negocio y describe los innumerables aspectos comunes que comparten las distintas formas de gestionar una empresa.
Montar un restaurante porque uno sabe cocinar muy bien en su casa los fines de semana para los amigos o familia y con una copita de Ribera del Duero en la mano, es un grave error.
Luego el autor efectúa una revisión de las diferentes etapas por las que puede atravesar el negocio en cuestión –desde la infancia, que se inicia casi siempre con la iniciativa de un vendedor, hasta la perspectiva de la madurez, objetivo de cualquier empresa que pretenda perdurar, pasando por los problemas propios del desarrollo adolescente– y muestra la forma idónea de aplicar las conclusiones a cualquier tipo de negocio.
Finalmente, Gerber establece claramente la delimitación de fronteras entre lo que supone trabajar en un negocio propio o en uno ajeno.
Para el caso que aquí nos trae, en el libro se comenta que muchas empresas fracasan por una falta de equilibrio entre tres factores:
1 – La parte artesanal: correspondería a la famosa idea de montar un restaurante porque uno sabe cocinar muy bien en su casa los fines de semana para los amigos o familia y con una copita de Ribera del Duero en la mano.
2- La parte de gestión: La capacidad de tener controlados los costes y los puntos de gestión más críticos para que el negocio funcione adecuadamente.
3- La parte comercial: O la capacidad de atraer al cliente al negocio y que éste se vaya contento del mismo.
Aquí te dijo un vídeo de una conferencia que dimos en el centro de innovación del BBVA, invitados por la iniciativa Commerce360 de gestión de pymes, donde hablo de este tema precisamente:
Muchos negocios de restauración, fuera de la fórmula de franquicia, fracasan rotundamente porque las personas que los emprende está centrada únicamente en el primer aspecto.
Por eso, los negocios de restauración en franquicia tienen muchas más probabilidades de éxito ya que, generalmente, estos negocios sí tienen desarrollados los tres parámetros.
Otra fórmula muy factible -si no se quiere uno franquiciar – es montar el restaurante asesorado por profesionales del sector que le aporten la pata que a uno le falte o en la que tenga menos músculo. Nosotros nos hemos especializado en este tipo de consultoría y podemos ayudarte con todas las garantías si es este tu caso.
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