En muchos casos el éxito de un negocio de restauración depende de una buena selección previa del local donde vamos a iniciar nuestra actividad, no sólo de que la ubicación sea más o menos buena sino que además, estructuralmente, el local tenga las condiciones de tamaño, forma y estado idóneo para la instalación de nuestro modelo de negocio.
Primeros pasos
En primer lugar hay que ser consciente de que todo está estrechamente ligado a la hora de buscar el local ideal, una ubicación puede ser muy buena para un determinado modelo de negocio y muy mala para otro.
Cuanto más amplio sea nuestro concepto de negocio en el sentido de referirse a un amplio abanico de posibles clientes más posibilidades de posicionamiento tenemos e viceversa.
Analizar bien el concepto
Por todo ello hay que conocer muy bien nuestro concepto y haber hecho un trabajo previo en este sentido antes de buscar el local, por ejemplo, no podemos tener un restaurante con una imagen urbana y minimalista y un ticket medio de 30 euros por persona e instalarlo en un centro comercial donde nuestro cliente objetivo no acude precisamente a comer.
Por ello, no es conveniente que la franquicia deje en manos de los nuevos franquiciados, todavía inexpertos en el conocimiento de la marca, la búsqueda del local para instalar su negocio.
Todas piezas deben encajar
Como decía un amigo mío, en la selección de un local debemos tener presente que si tengo un concepto azul y una oferta que también azul no puedo montarlos en un local amarillo, sino que también debería ser azul.
Muchas franquicias hacemos un ejercicio de adaptación al entorno en cuanto a la imagen corporativa con el objeto de “encajar” en una ubicación que nos parece interesante, todo ello sin perder la homologación que nos da el poder de marca, un ejemplo cercano es el Mc Donald’s de la Gran Vía de Madrid.
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