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Una situación inesperada
Cuando finalicé mi trabajo en Comess Group, a mediados de diciembre de 2014, me vi con 43 años, una mujer en paro, dos niñas y un país en crisis ante un futuro incierto.
De pronto me encontré, por primera vez en mi vida, en la cola del paro y reconozco que la sensación de vértigo me mantuvo unos días muerto de miedo y semi paralizado.
Toma de decisiones
Me gustaría decir que siempre quise emprender, pero no, la verdad es que ni se me había pasado por la cabeza.Poco a poco la idea fué fraguando en mi cabeza al ver que pasaban los días y las semanas sin que mi flamante curriculum hiciese el menor efecto en ninguna de las empresas caza talento donde lo envié.
Más como terapia ocupacional que otra cosa me puse a trabajar en lo que sería la pagina web de mi futura empresa, la cual he elaborado desde cero gracias a los benditos tutoriales de youtube. (No lo intenten en casa, es desesperante..)
Comencé a recibir alguna llamada de gente interesada en que trabajase con ellos llevando la expansión, muy ilusionado yo iba a las entrevistas, pero en todas me ofrecían un contrato mercantil, es decir como autónomo, exigiéndome además total exclusividad con jornada completa de oficina.
De la cruda realidad, una oportunidad
Me senti tentado a aceptar alguna de esas ofertas pero mi mujer me persuadió de que era una imprudencia, con mi edad no podía perder ni un minuto más trabajando en exclusiva para una sola empresa. Máxime cuando esas empresas no parecían querer apostar demasiado por mi.
Y así llegó el día en el que tomé la firme decisión de dedicarme en cuerpo y alma a mi proyecto de empresa, lo que hoy es ASESOR FRANQUICIA.
La base del negocio es cubrir esa necesidad que el mercado me estaba diciendo a gritos que tenía: obtener un servicio altamente cualificado pero sin el compromiso y los costes de una nomina. Aunque, claro está, con posibilidad de trabajar con más de un cliente por aquello de no poner todos los huevos en una cesta que, de un día para otro, te puede decir que no vuelvas.
Cuando el destino te guía
Liberado ya del miedo y manteniendo a ralla al cenizo que todos llevamos dentro, comencé a darme a conocer “a saco”. No faltaron los conocidos, hoy competencia, que me llamaron para que desistiese de mi idea, que si el mercado esta fatal, que si no se lo que hago, que el servicio esta saturado..
En fin, eso sólo hizo el efecto de reafirmarme en mi convencimiento de que iba por buen camino.
Luego tuve la inmensa suerte de que se embarcasen conmigo mi amigo Armando, uno de los tios más preparados e inteligentes que conozco; y Mabel para cubrir la pata del marketing y la comunicación.
Alti bajos
Todo emprendedor que se cruce contigo te lo dirá, este lado del bosque es una sucesión interminable de momentos buenos, buenísimos y momentos malos, malísimos. Sobre todo por que estas expuesto a una sensación de duda e inseguridad a la que el hombre del siglo XXI, por lo menos en España, no estaba aconstumbrado.
Pero el orgullo que se siente cuando la más minima cosa sale bien es un vicio que engancha. Y que compensa todo lo demás.
Feliz
Ya lo ves, no es fácil, pero te digo que nunca me he sentido tan feliz y realizado como ahora. Cada poro de mi cuerpo me dice que he tomado la decisión correcta por más que las entrañas se empeñen en fastiarme el día de vez en cuando.
Supongo que esta es la historia de muchos españoles hoy en día. Obligados a reinventarse cuando menos lo pensaban. Poniendo a prueba su valentía, coraje y entereza pero firmes en el legítimo objetivo de ganarse la vida.
Desde aquí, un fuerte abrazo a todos y el mayor de mis respetos.
Gonzalo Juliani
Fundador
Asesor Franquicia
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